Ya saben ustedes la dificultad esta de actualizar por estas fechas: todo el mundo de vacaciones, la pereza de prender la compu, y que bla, bla, bla...
Pues nada, pongo entonces —y mientras se me quita esta extraña sensación de un año que se acaba y todo lo mismo— un post que leí en estos días y que describe mejor de lo que hubiera podido hacer yo la dificultad de despedirse por messenger. No sé si a alguno de ustedes les pasa pero por lo menos a mí se me antoja lo más complicado del mundo.
O si no, lean:
***
Tito dijo:
Me encantó encontrarte en el chat.
Juan dijo:
A mí también.
Tito dijo:
Debemos ser los únicos locos que ponemos los acentos en el messenger.
Juan dijo:
Jejeje.
Tito dijo:
Bueno, entonces, seguimos en contacto.
Juan dijo:
Dale, chau.
Tito dijo:
Chau.
Juan dijo:
Chau.
Tito dijo
Chau.
Juan dijo:
Un abrazo.
Tito dijo:
Hablamos.
Juan dijo:
Dale.
Tito dijo:
Chau.
Juan dijo:
Chau, saludos.
Tito dijo:
Beso.
Juan dijo:
;o
Tito dijo:
Abrazo.
Juan dijo:
Sigo laburando.
Tito dijo:
¿Te enojaste?
Juan dijo:
No, ¿por?
Tito dijo:
Por el tono de “sigo laburando”.
Juan dijo:
Era para terminar la conversación nada más.
Tito dijo:
Ah, ok.
Juan dijo:
Es que el msn no marca las intenciones.
Tito dijo:
Es verdad. Jaja.
Juan dijo:
;)
Tito dijo:
Un abrazo.
Juan dijo:
Un abrazo.
Tito dijo:
Listo.
Juan dijo:
¿Seguís conectado?
Tito dijo:
Sí.
Juan dijo:
Como te despediste pensé que te desconectabas.
Tito dijo:
No, no. Sigo on-line. Me pareció que habíamos terminado de hablar.
Juan dijo:
Ah, claro.
Tito dijo:
¿Ese claro es irónico?
Juan dijo:
No.
Tito dijo:
Ah.
Juan dijo:
Bah, si no querés que hablemos más no hablamos más. No hace falta que te pongas el cartelito de “busy”.
Tito dijo:
Creí que habíamos terminado la charla.
Juan dijo:
El chateo.
Tito dijo:
Perdón, EL CHATEO.
Juan dijo:
Sí, ya terminamos.
Tito dijo:
Me parece que sí.
Juan dijo:
A vos te parece. Yo estoy seguro.
Tito dijo:
¿Siempre querés tener la última palabra?
Juan dijo:
Mirá quién habla.
Tito dijo:
No cambiás más, ¿eh?
Juan dijo:
No, porque vos sos el señor humilde.
Tito dijo:
Dejémoslo acá, no nos vamos a pelear por esto.
Juan dijo:
¿Te hacés el Gandhi ahora?
Tito dijo:
¿Me estás cargando?
Juan dijo:
Puede ser.
Tito dijo:
Bueno, me desconecto y listo.
Juan dijo:
Uy, cómo tiemblo. Por mí, no contestes más.
Tito dijo:
Está bien.
Juan dijo:
Basta, tengo que seguir laburando.
Tito dijo:
Y seguí, ¿cuál es el problema?
Juan dijo:
Que tengo un tarado que me manda mensajes cada 2 segundos.
Tito dijo:
Haceme acordar que la próxima vez que te vea te agarre bien a trompadas.
Juan dijo:
No sé para qué te pase mi msn. Siempre fuiste un cabrón.
Tito dijo:
¿Yo el cabrón? Seguís enojado por lo de Martita.
Juan dijo:
Mirá de lo que te acordás. Por favor. Yo digo chau. Vos decís chau y terminamos.
Tito dijo:
Listo, chau.
Juan dijo:
Chau.
Tito dijo:
Chau.
Juan dijo:
Dijiste un chau de más, perdedor resentido.
El mensaje “dijiste un chau de más, perdedor resentido” no pudo ser entregado.
Vía | Algún día todo esto será tuyo
1 comentario:
jajaja, eso siempre pasa,... muy comico el apunte.---paso conociendo
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