Me enseñaron una vez en la universidad (cuando por cosas de los horarios tuve que ver una clase de antropología sin estar estudiando precisamente eso) que todo ese cuento de cultura y costumbres distintas a las nuestras deben ser miradas con la mayor naturalidad y que todo hay que estudiarlo no desde una mirada parcial y prejuiciosa sino lo más objetivo que uno pueda.
Y digo que sí, que es muy razonable y que lo que es natural para mí, debe ser para un extranjero horrible, extraño y detestable. Por eso intento desde aquellos días (cada vez más lejanos) que en adelante sería lo más imparcial y objetivo posible cuando de mirar otras regiones y personas se tratara.
Digo intento por que a decir verdad un país del mundo me ha impedido serlo a plenitud, Japón. Pero antes explicar el por qué abro paréntesis para contar lo que para mí ha sido uno de las mayores utilidades que la internet me ha dejado: conocer detalles que ni de riesgos pudiera haber conocido en otros medios como la TV, o la prensa o los libros. Y es que como muy bien sabe el navegante adicto a internet , o mejor dicho los japoneses, son uno de los temas preferidos de para poner un ejemplo mucho blogueros. Tanto así que algunos clasifican los blogs en personales, de tecnología, políticos, comerciales y... los que hablan de Japón.
Es decir sin internet muchos de nosotros los que no conocemos el mundo más que por las webs y blogs de personas que sí lo conocen nos habríamos quedado sin conocer las particularidades de un pueblo como el japonés. Trabajadores como nadie, sí. Dignos de admiración por su asombrosa recuperación económica a pesar de la adversidades también. Inteligentes, bueno. Pero mi opinión de que tienen un rayón el cerebro no me la quita nadie.
Y es que la lista es grande. Desde cosas tan inofensivas como su fanatismo por el karaoke (¿vieron Lost in Traslatión?) hasta la costumbre cada vez más común de suicidarse en grupo pasando por su gusto por las muñecas inflables (entre otros muchos exóticos gustos sexuales) hay una serie de cosas que para nosotros los occidentales es para decir lo menos curiosas. No sé si el hecho de que su historia cuente que en el pasado tuvieron más de 250 años de total aislamiento (política de los shogunes para evitar su ‘contaminación’) pero lo cierto es que aunque no se pueda decir que ahora lo estén por lo menos es cierto que en muchos aspectos Japón es hoy un ‘mundo aparte’. Tienen su propia música, el llamado J-Pop, que si bien tiene seguidores en otros países no es un fenómeno tan grande como allá. Muchas modas que ni nos imaginamos nacen se popularizan y mueren si que nosotros siquiera nos demos cuenta. Su tendencia a los ídolos hace que cada semana tengan uno del cual ni nos enteramos. Grandes marcas de bebidas y alimentos o de tecnología sacan productos únicos y exclusivos para los japoneses que con la misma rapidez como los adquieren también los desechan. Su cine de terror ya está siendo conocido gracias a las versiones que ha hecho el cine usamericano de algunas de sus películas si bien la mayoría de ellas sólo se exhiben en sus pantallas y la lista sería un largo etcétera que los seguidores del Japón (que los hay) contarían mejor que yo.
Y cosas así. Disculpen por favor la falta de enlaces que debiera tener este post que ayudarían a argumentar lo que trato de explicar (de todos modos no es sino ir al YouTube, Flickr, Technorati y poner “Japón” y ver los miles de links que resultan) pero el asunto es que por todo eso no entiendo ni jota de Japón (nunca mejor dicho). Si no fuera por que sé que no es cierto creería que se tratan de extraterrestres.
Y que no es ni prejuicio ni que me crea mejor. Sencillamente no logró entenderlos.
La imagen fue tomada de acá.
Y digo que sí, que es muy razonable y que lo que es natural para mí, debe ser para un extranjero horrible, extraño y detestable. Por eso intento desde aquellos días (cada vez más lejanos) que en adelante sería lo más imparcial y objetivo posible cuando de mirar otras regiones y personas se tratara.
Digo intento por que a decir verdad un país del mundo me ha impedido serlo a plenitud, Japón. Pero antes explicar el por qué abro paréntesis para contar lo que para mí ha sido uno de las mayores utilidades que la internet me ha dejado: conocer detalles que ni de riesgos pudiera haber conocido en otros medios como la TV, o la prensa o los libros. Y es que como muy bien sabe el navegante adicto a internet , o mejor dicho los japoneses, son uno de los temas preferidos de para poner un ejemplo mucho blogueros. Tanto así que algunos clasifican los blogs en personales, de tecnología, políticos, comerciales y... los que hablan de Japón.
Es decir sin internet muchos de nosotros los que no conocemos el mundo más que por las webs y blogs de personas que sí lo conocen nos habríamos quedado sin conocer las particularidades de un pueblo como el japonés. Trabajadores como nadie, sí. Dignos de admiración por su asombrosa recuperación económica a pesar de la adversidades también. Inteligentes, bueno. Pero mi opinión de que tienen un rayón el cerebro no me la quita nadie.
Y es que la lista es grande. Desde cosas tan inofensivas como su fanatismo por el karaoke (¿vieron Lost in Traslatión?) hasta la costumbre cada vez más común de suicidarse en grupo pasando por su gusto por las muñecas inflables (entre otros muchos exóticos gustos sexuales) hay una serie de cosas que para nosotros los occidentales es para decir lo menos curiosas. No sé si el hecho de que su historia cuente que en el pasado tuvieron más de 250 años de total aislamiento (política de los shogunes para evitar su ‘contaminación’) pero lo cierto es que aunque no se pueda decir que ahora lo estén por lo menos es cierto que en muchos aspectos Japón es hoy un ‘mundo aparte’. Tienen su propia música, el llamado J-Pop, que si bien tiene seguidores en otros países no es un fenómeno tan grande como allá. Muchas modas que ni nos imaginamos nacen se popularizan y mueren si que nosotros siquiera nos demos cuenta. Su tendencia a los ídolos hace que cada semana tengan uno del cual ni nos enteramos. Grandes marcas de bebidas y alimentos o de tecnología sacan productos únicos y exclusivos para los japoneses que con la misma rapidez como los adquieren también los desechan. Su cine de terror ya está siendo conocido gracias a las versiones que ha hecho el cine usamericano de algunas de sus películas si bien la mayoría de ellas sólo se exhiben en sus pantallas y la lista sería un largo etcétera que los seguidores del Japón (que los hay) contarían mejor que yo.
Y cosas así. Disculpen por favor la falta de enlaces que debiera tener este post que ayudarían a argumentar lo que trato de explicar (de todos modos no es sino ir al YouTube, Flickr, Technorati y poner “Japón” y ver los miles de links que resultan) pero el asunto es que por todo eso no entiendo ni jota de Japón (nunca mejor dicho). Si no fuera por que sé que no es cierto creería que se tratan de extraterrestres.
Y que no es ni prejuicio ni que me crea mejor. Sencillamente no logró entenderlos.
La imagen fue tomada de acá.
3 comentarios:
Y hoy con terremoto a bordo...
Esos son unos berracos especialmente para salir de las adversidades. Eso lo cuenta la historia.
Saludos desde la Perla del Otún hasta la Bella Villa.
Tal vez otro punto de vista le ayude un poco a asimilarlos.
Gracias por la referencia, Velvet. Simplemente son diferentes, no veo por qué te matas tanto la cabeza. Ni siquiera los que sentimos un afecto especial por ese país los comprendemos del todo. Y muchos igual los criticamos. Pero eso los hace fascinantes, como a ti te puede fascinar una mujer que te atrae pero que no puedes comprender del todo.
Un abrazo.
Publicar un comentario