Hace dos días me vi el último episodio de la quinta temporada de LOST (episodios 16 y 17) y todavía no se me quita la cara de tonto.
No hay nada nuevo que pueda decir ya que gran parte de los lost-adictos ha escrito y usado cualquier cantidad de sustantivos y adjetivos para describir este final durante los últimos cinco días. Ese final, ese final... te deja con la boca abierta. No puedo decir qué se siente pues ninguna otra serie o película o cualquier cosa me deja esa sensación. Alguien dijo que -y con toda razón- que 'hoy en día cuesta encontrar un producto legal que te produzca tal catarata de sensaciones en apenas una hora'. Y créanme. No exagera nada. Lo cierto es que 'catarata' es la palabra que mejor describe lo que sentí los últimos cinco minutos de esta season finale. Es para no creer, como también es para no creer que tenemos que esperar unos ocho meses para ver un nuevo episodio, esta vez, de la última temporada de Lost y responder todas las preguntas que nos taladran el cerebro.
Lost es esa serie que te hace dar pesar de quienes no la conocen o nunca la han visto. Es la serie para quienes nos gustan más las dudas que las certezas (por ahí leí que el que haya dicho que los finales de temporada sirven para cerra tramas, jamás ha visto Lost). Lost es quiza la única serie que me sueño repetir, esta vez con Danito, mi hijo y decirle que esa era la televisión que veía su papá cuando el nació mientras veo como se le desencaja la mandíbula igual que a mí me pasó cuando la vi por primera vez.
No hay nada nuevo que pueda decir ya que gran parte de los lost-adictos ha escrito y usado cualquier cantidad de sustantivos y adjetivos para describir este final durante los últimos cinco días. Ese final, ese final... te deja con la boca abierta. No puedo decir qué se siente pues ninguna otra serie o película o cualquier cosa me deja esa sensación. Alguien dijo que -y con toda razón- que 'hoy en día cuesta encontrar un producto legal que te produzca tal catarata de sensaciones en apenas una hora'. Y créanme. No exagera nada. Lo cierto es que 'catarata' es la palabra que mejor describe lo que sentí los últimos cinco minutos de esta season finale. Es para no creer, como también es para no creer que tenemos que esperar unos ocho meses para ver un nuevo episodio, esta vez, de la última temporada de Lost y responder todas las preguntas que nos taladran el cerebro.
Lost es esa serie que te hace dar pesar de quienes no la conocen o nunca la han visto. Es la serie para quienes nos gustan más las dudas que las certezas (por ahí leí que el que haya dicho que los finales de temporada sirven para cerra tramas, jamás ha visto Lost). Lost es quiza la única serie que me sueño repetir, esta vez con Danito, mi hijo y decirle que esa era la televisión que veía su papá cuando el nació mientras veo como se le desencaja la mandíbula igual que a mí me pasó cuando la vi por primera vez.
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