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Un día como hoy pero hace diez años me levanté con la firme decisión de decirte que no hacía sino pensar en ti y que solamente el saber que iba a verte aceleraba el ritmo de mi corazón y que sentía todo eso que debe sentir uno cuando está enamorado.

Hoy hace diez años que vimos esa película en ese antiguo cine del centro donde hoy vende zapatos, relojes y perfumes y que no sé si se puedo decir que vi pues no me acuerdo sino de que había una pareja que se dedicaba a perseguir tifones. «Tifón» el que sentía yo acá adentro pues sabía que unos momentos más tarde te iba a decir que si podríamos ser más que buenos amigos y después todo eso que hay que decir para hacerle entender a una persona que no sabes qué hacer cuando no está con ella y que él único momento del día que esperas es ese momento en el que hablas con ella por teléfono o mejor aún cuando está al frente de ti.

Hoy hace diez años nos estabamos comiendo esa pizza de Marcelino y no teníamos idea de cuantas pizzas más nos íbamos a comer de ahí en adelante pues ni tú ni yo creíamos que esto iba a tener futuro y pensábamos que éramos unos irresponsables como si fuera una irresponsabilidad querer estar con la persona que amas y con la cual vas a compartir mas que la propia vida.

Hoy hace diez años me dijiste que sí, que tú también me querías y que íbamos a intentarlo y que qué susto y qué miedo y pensábamos que los intentaríamos y que no importaba si fracasábamos que lo importante es que lo estabamos intentando. Y lo intentamos y mira como estamos todavía más enamorados que ese día y completamente convencidos de que sí fue buena idea habernos ido a volar “con un solo paracaídas”.

De todo eso hoy en este mismo día se están cumpliendo diez años y te voy a decir una sola cosa mi amor: No me arrepiento en lo absoluto de lo que iniciamos esa noche (con todos sus retos y desafíos) en ese balcón del centro y nunca ni en los más optimistas de mis sueños pude imaginarme que iba a ser tan feliz como lo he sido en estos últimos diez años.

4 de octubre de 2006