Última hora de 2007.
Allá afuera está sonando Rodolfo Aicardi again and again and again. Yo en cambio estaba haciendo algo que tenía planeado casi todo el año: Cambiar la plantilla del blog y ya ven como quedó lista, justo antes del año nuevo (cosas de mi eterna procrastinación que algún día quisiera corregir) y cuando la pólvora —que está prohibida en Medellín— suena como si fuera tan legal como la Coca-Cola.
Estaba aburrídisimo de esa plantilla gris monocromática y esa silla elegante con un nombre esnob que ya no recuerdo. Pues decidí meterle color a esta vaina (ahora que mi vida brilla por estos días) y olvidando mi partícular daltonismo le puse el otro color que distingo sin dificultad... el verde.
Nada, broma mala. Fue un azulito que vi por ahí y que me quedó gustando.
También le hice el blog a Daniel. O mejor dicho el fotoblog. De modo que espero este espacio recupere su ritmo habitual y mi orgullo de padre primerizo y enamorado de su hijo se trasladarán a su espacio propio. Ya está listo y pueden visitarlo en Daniel 2x4 (el Planta Baja que había propuesto Medea ya lo tienen unos raperos hablando sobre pobreza, racismo y abusos policiales ¿hablan sobre otra cosa los raperos?)
Por otra parte así suene extraño para alguien es así que quería terminar este año. Tranquilo, feliz. Mi mujer y Danielito duermen justo en estos momentos. Están muy bien, están sanos. Acabo de entrar a verlos y creánme, tener la sensación de que todo está bien es algo indescriptible.
No veo una mejor manera de empezar un año. Y ahora a esperar el conteo regresivo de este año memorable.
Allá afuera está sonando Rodolfo Aicardi again and again and again. Yo en cambio estaba haciendo algo que tenía planeado casi todo el año: Cambiar la plantilla del blog y ya ven como quedó lista, justo antes del año nuevo (cosas de mi eterna procrastinación que algún día quisiera corregir) y cuando la pólvora —que está prohibida en Medellín— suena como si fuera tan legal como la Coca-Cola.
Estaba aburrídisimo de esa plantilla gris monocromática y esa silla elegante con un nombre esnob que ya no recuerdo. Pues decidí meterle color a esta vaina (ahora que mi vida brilla por estos días) y olvidando mi partícular daltonismo le puse el otro color que distingo sin dificultad... el verde.
Nada, broma mala. Fue un azulito que vi por ahí y que me quedó gustando.
También le hice el blog a Daniel. O mejor dicho el fotoblog. De modo que espero este espacio recupere su ritmo habitual y mi orgullo de padre primerizo y enamorado de su hijo se trasladarán a su espacio propio. Ya está listo y pueden visitarlo en Daniel 2x4 (el Planta Baja que había propuesto Medea ya lo tienen unos raperos hablando sobre pobreza, racismo y abusos policiales ¿hablan sobre otra cosa los raperos?)
Por otra parte así suene extraño para alguien es así que quería terminar este año. Tranquilo, feliz. Mi mujer y Danielito duermen justo en estos momentos. Están muy bien, están sanos. Acabo de entrar a verlos y creánme, tener la sensación de que todo está bien es algo indescriptible.
No veo una mejor manera de empezar un año. Y ahora a esperar el conteo regresivo de este año memorable.